En la familia, el amor entre padres e hijos es incondicional, sacrificado, es el lugar común donde crecemos en virtudes. Para muestra, un botón. Juan es padre de Juan José, un joven roteño que sufre una discapacidad severa y que, para que su hijo pudiera obtener el Graduado en Educación Primaria por la Universidad de Cádiz, ha acompañado a su hijo todos los días, durante 4 años, a las clases.
Como podemos leer en Tododisca, al principio lo llevaba a clase y se quedaba en la puerta, pero pronto fue invitado a entrar, asistiendo a todas. Llegó a ser como el padre de todos y por eso han querido incluirlo en la orla de la promoción.
Se acabaron cuatro años en los que José siempre ha estado al lado de Juan José, pase lo que pase, escribiendo una preciosa historia y demostrando que el amor de un padre hacia su hijo no tiene límites.
Un testimonio precioso de generosidad que puedes ampliar entrando en este enlace de Tododisca