Estamos en el Ecuador del mes de Mayo y por si aún no nos habíamos acabado de enterar es el mes de la Virgen. Ahora bien, ¿qué se puede saber más sobre Ella? ¿Qué nos queda por descubrir aún?
Las Siervas del Hogar de la Madre nos ayudan a profundizar con algunas preguntas que más de una vez nos hemos planteado pero quizá no hemos llegado a formular:
«¿Puede ser la Virgen modelo de una mujer actual? En la sociedad actual nos están proponiendo un concepto de mujer que tiene poco de femenino y pretende que la mujer pierda su identidad y asuma roles masculinos. Todo lo que se presente como ternura, cariño, donación generosa hacia los demás, se considera una pérdida de derechos de esa “liberación de la mujer”. Propiamente, el mismo cuerpo de la mujer está pensado para el don de la maternidad, que es la entrega a otra persona. El sacrificio incluso del servicio de tu propio cuerpo a una vida que nace. En este sentido, Ella como modelo verdadero de mujer, Ella que fue la mujer perfecta, que vivió perfectamente el plan de Dios para la mujer, puede convertirse en modelo y luz para la mujer actual.»
«¿Es la Virgen María un ideal posible de imitar? La Virgen es una mujer, lo cual quiere decir que es de nuestra propia naturaleza, tiene cuerpo y alma. Se diferencia de nosotros fundamentalmente en que está llena de la gracia de Dios. En consecuencia, lo que nosotros necesitamos para parecernos más a Ella es llenarnos, en la medida de nuestra capacidad, de la gracia de Dios. La ventaja es que tenemos la atención personalizada de la Virgen Nuestra Madre y toda la gracia de Dios a nuestra disposición. La desventaja es que tenemos tentaciones y que el pecado original nos ha dañado. Nos podemos parecer a Ella pidiendo su ayuda, encomendándonos a Ella, viviendo de su mano, teniéndola presente en cada momento de nuestra vida junto a nosotros y llenándonos de la Gracia de Dios a través de los sacramentos y con la oración.»
«¿Qué puedo hacer para conocer mejor a la Virgen? Sobre todo acercarte a Ella. Ella ya está a tu lado, viviendo cada momento de tu vida junto a ti, pero tú tienes que ser consciente de ello. Abrir el corazón y los ojos de la fe a esa presencia, a esa intervención maternal suya en tu vida. A poco que lo hagas verás su mano detrás de muchos acontecimientos. También le puedo pedir que me muestre su corazón. Puedo pedirle a Jesús que me la haga más presente, más trasparente. Se trata de vivir como verdadera hija suya. Tenemos que aprender a hacerle confidencias, a mostrarle nuestro amor y cariño, confiando plenamente en Ella.»
¿Alguna pregunta más? A mí solo queda decirLe ¡Madre, quiero quererte más, quiero ser como tú!