Como es conocido, el juez Calatayud tiene una forma peculiar de dictar sentencia. En su blog cuenta que ya ha condenado a 4 chicos a que le corten el pelo.
«En 2017, condené a un chaval que había robado en una peluquería a aprender el oficio y, como examen final, tenía que pelarme a mí. Aprobó».
Tal fue el éxito, que lo ha hecho con otros tres más. Y Tanto ellos como sus familiares están contentos porque, aunque haya sido por vía criminal, han aprendido un oficio tan digno como cualquier otro.
Y el juez tiene toda la razón porque no sirve de nada castigar sin enseñar.
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