Dios siempre nos está llamando de diferentes maneras. A veces surgen vocaciones tardías como la del italiano Giuseppe Mangano que, con 71 años, se ha ordenado sacerdote y que leemos en Avvenire. Ésta es una de esas noticias que te provocan una sonrisa.
Pero lo curioso de Giuseppe no es sólo la edad, sino que además es viudo. Estuvo felizmente casado durante 36 años que fueron probados con la enfermedad de su mujer. Durante ese tiempo, en el que la acompañó en el dolor, la fe que ya tenía se fortaleció.
«Convertirme en sacerdote a mi edad me da» temor y temblor «, confiesa Don Piano, que así le llaman, pero estoy seguro de que la gracia de Dios, que me fue entregada en el sacramento de las Ordenes Sagradas, me sostendrá».
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