La joven Holly Butcher falleció de cáncer a primeros de este año 2018.
Poco antes de fallecer a los 27 años, concretamente el pasado día 3 de enero, escribió el siguiente mensaje, que ha conmovido a cientos de miles de personas de todo el mundo:
“Es extraño darse cuenta y aceptar que uno va a morir a los 26 años. Es algo que no quieres pensar o prefieres ignorar. Los días pasan y esperas que sigan pasando. Hasta que llega lo inesperado. Yo siempre pensé que llegaría a viejecita, con arrugas y pelo gris. Yo iba a tener una bonita familia (con muchos hijos). Yo planeaba todo esto con el amor de mi vida. Yo quería tanto que fuese así que duele pensarlo”.
Yo tengo ahora 27 años. Yo no quiero dejar esta vida. Soy feliz. Yo debo quedarme, por mis seres queridos. Pero he perdido el control, no puedo hacer nada contra esto.
No escribo esto porque temo a la muerte. Me gusta que seamos ignorantes y no creamos que sea inevitable. A veces es duro, porque la muerte es un tabú, se trata como algo que nunca nos va a ocurrir a ninguno de nosotros. Ha sido difícil.
Pero yo quiero que la gente deje de preocuparse por las pequeñas cosas de la vida y que seamos conscientes de que todos en algún momento vamos a desaparecer, así que intenta sacar el máximo partido de la vida mientras te encuentres bien, no hagas caso a los comentarios tontos de la gente.
Yo he escrito muchos de mis pensamientos y tenido mucho tiempo para pensar en la vida en estos últimos meses. Naturalmente es en mitad de la noche cuando esos pensamientos suelen asaltarme.
Cuando piensas en cosas ridículas (algo de lo que me dado cuenta en los últimos meses), piensa en alguien de verdad se esté enfrentando a un problema. Siéntete agradecido por tus pequeñas preocupaciones diarias y supéralas. No pasa nada por darte cuenta de que algo te molesta, pero no te obsesiones con eso para no afectar la vida de otras personas de forma negativa.
Cuando ocurra, sal fuera, respira hondo, inhala el aire fresco, mira el cielo azul y los árboles. Es tan bonito. Piensa en lo afortunado que eres solo por poder hacer eso, respirar.
Quizá estás en un atasco en la carretera hoy, o has dormido mal porque tus preciosos hijos te han mantenido despierto, o quizá tu peluquero te ha cortado demasiado el cabello. Tus nuevas uñas de gel se han roto, tus pechos son demasiado pequeños, o tienes celulitis en tu trasero, o demasiada barriga.
¡Olvídate de todo eso! Te lo juro, no vas a pensar en esas cosas cuando te llegue la hora de morir. Todo eso es tan absurdo cuando miras la vida en su totalidad, con perspectiva. Yo miro mi cuerpo y veo cómo se rompe, delante de mis ojos.
No hay nada que yo pueda hacer y todo lo que deseo es poder celebrar un cumpleaños o una Navidad con mi familia, o solo un día con mi pareja y mi perro. Solo un día más.
Yo oigo a la gente quejarse por lo horrible que es su trabajo o lo duro que es hacer ejercicio o entrenar, siéntete agradecido por estar sano para poder hacerlo. El trabajo o el deporte pueden ser esas cosas triviales… ¡hasta que el cuerpo no te deja hacerlas!
Yo intenté llevar una vida sana, de hecho era una de mis grandes pasiones. Aprecia tu buena salud y que tu cuerpo funciona, aunque no tengas la figura ideal. Disfruta y sé consciente de lo fantástico que es. Ejercita tu cuerpo y dale alimentos sanos, pero no te obsesiones con ello.
Recuerda que hay más cosas que el deporte que te van a hacer sentir bien que tener un buen cuerpo. Es igual de importante encontrar tu felicidad mental y emocional. Entonces te darás cuenta de lo poco importante que es no tener un cuerpo perfecto que muchos lucen en las redes sociales. Si ves algo que te molesta en redes sociales, deja de seguir esa página, aunque sea de un amigo. Sé “despiadado” por tu propio bienestar.
Agradece cada día que no tiene dolor o incluso aquellos días en los que estás enfermo con una gripe, tienes dolor de espalda un tobillo torcido. Acepta que puede ser muy incómodo pero agradece que no amenaza tu vida y que va a desaparecer.
¡No te quejes tanto de la gente!… y ayuda más a los demás.
Da, da, da. Es cierto que te sientes más feliz cuando haces cosas por otros que cuando las haces solo para ti mismo. Ojalá yo lo hubiera hecho más.
Al estar enferma me he encontrado con las personas más maravillosas y he recibido palabras y pensamientos con gran cariño de mi familia, amigos y desconocidos. Más de lo que podría devolver. Nunca lo voy a olvidar y siempre voy a estar agradecida por tener a esas personas cerca.
(…) Compra algo a un amigo querido en lugar de comprar un nuevo vestido o productos de belleza o maquillaje para la próxima boda que tienes. 1. A nadie le importa si llevas el mismo vestido dos veces. 2. Te sentirás bien. Invita a un amigo a cenar, o mejor aún, prepárales tú mismo la cena. Comparte un café. Da/ cómprales una planta, un masaje o una vela y diles que los quieres.
El tiempo de los demás es valioso. No les hagas esperar porque no puedes llegar a tiempo. Prepárate con tiempo y aprecia el hecho de que tus amigos quieran compartir su tiempo contigo (…). ¡Te vas a ganar su respeto! Amen, hermana.
Este año hemos acordado en la familia que no íbamos a hacernos regalos de Navidad, aunque el árbol se veía vacío y triste. Fue muy agradable porque de esta forma nadie sintió la presión de tener que comprar regalos, en lugar de eso, nos escribimos bonitas tarjetas. Imaginaos que mi familia tuviese que hacerme regalos sabiendo que al final se iban a tener que hacer cargo ellos de los regalos, ¡muy raro!
Se puede ver como algo triste, pero estas tarjetas tenían para mí eran mucho más importantes que una compra compulsiva (…).
Usa tu dinero en experiencias … O al menos, no dejes de perderte experiencias porque has gastado tu dinero en cosas materiales.
Fúndete con la naturaleza.
Intenta disfrutar cada momento, en lugar de atraparlos con la pantalla de tu teléfono.
La vida no está diseñada para vivirla a través de una pantalla, tampoco para tomar la foto perfecta… ¡disfruta cada instante, disfruta la gente! Deja de intentar captarlo para lo que vean los demás.
Pregunta retórica aleatoria: ¿Merece la pena todo el tiempo que empleas en arreglar tu cabello? Nunca lo he entendido.
Levántate temprano a veces y escucha a los pájaros mientras miras sus bellos colores mientras el sol sale.
Escucha música… ¡pero escucha de verdad! La música es terapia.
Hazle cariñitos a tu perro. Jisses, lo voy a echar de menos.
Habla con tus amigos. Deja el teléfono. ¿Están bien?
Viaja si es lo que te apetece, pero no lo hagas si no es lo que más te gusta.
Trabaja para vivir, no vivas para trabajar.
En serio, ¡haz lo que te haga feliz!
(…)
Di “no” a cosas que de verdad no quieres hacer.
No te sientas presionado a hacer lo que otras personas piensan que es importante en la vida… Si quieres simplemente tener una vida “mediocre”, ¡eso es igual de válido!
Dile a tus familiares y amigos que los quieres, cada vez que tengas la oportunidad. Ámalos con todas tus fuerzas.
Recuerda también lo que te hace infeliz, para que tengas la oportunidad de cambiarlo, sea el trabajo o el amor, o cualquier otra cosa. Atrévete a tener el valor de hacerlo. No sabes cuánto tiempo te queda en este mundo, no lo desperdicies siendo infeliz. Yo sé que la gente dice esto todo el tiempo, pero no puede ser más cierto.
De cualquier manera, esto son solo algunos consejos de una chica joven. Escucharlos o no es cosa tuya, a mí me da igual.
¡Ah, y una última cosa! Haz alguna buena acción por la humanidad (y por mí) y comienza a donar sangre, de forma regular. Te hará sentir bien a ti y ayudarás a salvar vidas. Creo que es algo que se olvida, ¡pero cada donación salva 3 vidas! Es un enorme impacto que puede hacer una persona por un proceso muy sencillo.
Las donaciones de sangre (más bolsas de las que puedo contar) me han dado un año extra de vida, un año por el que yo estoy muy agradecida, un año que me permitió seguir en este mundo con mi familia, mis amigos, mi perro. Un año que fue uno de los mejores de mi vida.
..’Hasta la vista’.
Holl
Fuente: Córdoba Buenas Noticias