Hoy, el Señor nos invita a cambiar de vida. No debo seguir las directrices del mundo, únicamente. No debo buscar el éxito por encima de todo, la ambición. Y me arrepiento profundamente de todas las veces que he terminado actuando de esa manera.
Jesús rompe moldes hoy conmigo. «Quien quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga». Ni es buena la Cruz sin Dios, si es malo el mundo con Él. Lo que se nos pide es la disposición para con su Gracia. La lucha personal hacia la santidad.