El éxito de una parroquia: estar abierta a todos

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Todos sabemos que el barrio de Vallecas de Madrid tiene fama de conflictivo y así se lo encontró el sacerdote D. José Manuel Horcajo cuando llegó a la parroquia San Ramón Nonato, contenedores ardiendo y encapuchados en las calles. Sin embargo, 10 años después, se ha convertido en un referente por la obra social que realiza.  En la parroquia se han producido numerosas e impresionantes conversiones. Vagabundos, drogadictos, ludópatas, prostitutas que llegaron pidiendo auxilio, y que ahora son ellos los que evangelizan a través de los numerosos grupos de evangelización.

Religión en Libertad ha entrevistado a este sacerdote: «Dios me iba haciendo descubrir cosas. Entonces uno no se da cuenta del drama que hay. El Señor te da una fuerza especial: ‘Estoy aquí a tu lado’.»

La gente del barrio, cuando ve que alguien, por necesidad, no tiene casa o qué comer le dice: ‘Ve a la parroquia’. No les dicen que vayan al Ayuntamiento o a los servicios sociales, sino a la parroquia. Esto es signo de que la gente sabe dónde se ayuda.

Este es el mejor cartel de la caridad, ese mirad cómo se quieren. Saben que aquí se quiere a la gente. No tenemos muchos recursos, pero tenemos mucho cariño. Damos apoyo, escucha, amistad, y eso es ya mucho para estas personas. Saben que les van a escuchar, acoger, buscar soluciones, y esto mismo el barrio lo sabe.

«El primer punto de la pastoral misionera es abrir la iglesia todo el día. El Señor hará el resto».

Para mí la mejor terapia para un pobre es hacerle voluntario. Él se siente responsable, útil porque puede ayudar a los demás. Así está sanando y construyendo su responsabilidad, saliendo adelante. Esto es un bien espiritual, es la capacidad de ayudar a los demás, y esta es precisamente la mejor ayuda social que se le pueda dar.

Te recomiendo que leas la entrevista entera en ReL donde además descubrirás el el libro que ha escrito este sacerdote