El Señor se nos revela hoy en su infinita misericordia. El ciego que cura hoy Jesús en Betsaida necesita de la insistencia de nuestro Señor para ser, finalmente, sanado. Igual me pasa a mí a menudo. Necesito más de uno oportunidad para ser sanado por Cristo. Hoy, Jesús nos advierte de que no debemos armar escándalo. Le dice al ciego: «No entres ni siquiera en la aldea», pero esta discreción humana de pudor es perfectamente compatible con el anuncio constante del Evangelio, a través de los hechos y las palabras. A través del ejemplo y los distintos mensajes que manifestamos.