Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró la construcción del muro en la frontera con México, argumentado diversas razones como la protección y seguridad necesaria para el país americano.
Para la construcción es necesario que el mandatario obtenga la aceptación del congreso en materia presupuestal, sin embargo este no muestra conformidad. Por lo tanto Donald Trump busca ignorar el poder del congreso, a través de la declaración de emergencia nacional.
Acerca de ello, la Iglesia Católica estadounidense opina estar en contra con dicho proyecto, ya que obstaculiza las relaciones entre las personas y naciones.
“Estamos profundamente preocupados por la acción del Presidente para financiar la construcción de un muro a lo largo de la frontera de EE.UU/México, que elude la clara intención del Congreso de limitar el financiamiento de un muro. Nos oponemos al uso de estos fondos para promover la construcción del muro. El muro, ante todo, es un símbolo de división y animosidad entre dos países amigos. Nos mantenemos firmes y decididos en la visión articulada por el Papa Francisco de que en este momento debemos construir puentes y no muros», han emitido los obispos estadounidenses mediante una declaración conjunta.
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