El Papa Francisco, en este tiempo de Cuaresma que ha comenzado con el Miércoles de Ceniza, nos anima a aprovechar este tiempo litúrgico para volver a Dios con todo el corazón y con toda la vida.
El corazón, como muy bien expresa el gran filósofo Hildebrand, es lo más íntimo de cada uno, es lo que mueve nuestra vida. De hecho, el evangelista san Mateo señala, con unas palabras pronunciadas por Jesús, es allí donde realmente habita el bien y el mal en el hombre: «¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?».
Y es que, como dice también el libro de los Proverbios, en el agua se refleja el rostro y en el corazón a la persona (Pro, 17,19).
Esto nos llevaría a una doble pregunta: ¿Cómo es tu corazón?, ¿cómo se encuentra? Al final, lo importante no es saber si estoy enamorado o no sino: ¿Por qué lo estoy o no? La respuesta a estas preguntas no supone racionalizar el amor sino purificarlo.
Autor: D. Fernando Gallego (sacerdote)