Si hay una película preciosa y “disfrutable” para ver en verano, esa es Cinema Paradiso. Un clásico del cine italiano que seguro que os encanta.
Cuenta la historia de Salvatore (Totó), un niño adorable al que dan ganas de comer a besos, que vive en un pueblo italiano con su madre y su hermana, con la esperanza de que su padre vuelva de la guerra. A Totó lo que más le gusta del mundo es el cinematógrafo, y por eso, se hace amigo de Alfredo, que es el único que sabe utilizarlo en todo el pueblo, y que se encarga de la proyección de películas, previamente supervisadas por el simpático sacerdote del pueblo. Esta amistad durará para siempre, igual que el amor de Salvatore por el cine, que va cambiando con los años al igual que los protagonistas de la historia.
Sabemos que es bastante antigua, pero nunca viene mal recordar una buena película, y más ahora en verano que tenemos más tiempo libre y vemos lo primero que ponen en la tele. Si no la habéis visto, es de obligado cumplimiento que la veáis, y si la habéis visto seguro que os apetece volverla a ver.
Cinema Paradiso es una historia de amor al cine, un recuerdo de lo que era la época de la posguerra en la Italia profunda, la vida sencilla de los pueblos, la inocencia de la niñez y la sinceridad de la amistad. Ganó el Óscar y el Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa, siendo, además, su banda sonora de las mejores de la historia del cine.
¡Esperamos que la disfrutéis!