‘+Buenos días Rafa, ¿qué tal estás?
-Hola Juan. Pues no sé que contestarte, acabo de terminar de hablar con Alex sobre los homosexuales y el divorcio en la Iglesia Católica, últimamente siempre que me tomo una cerveza con él acabamos hablando de estos temas… Ya me estoy cansando, y…
+Me has dicho antes de salir que ibais a acabar hablando de eso, ¿por qué volvéis a lo mismo una y otra vez, en lugar de disfrutar del gran día que hace?
-Lo sé Juan, pero parece que siempre que se habla de la Iglesia hay que acabar discutiendo, yo no sé como los católicos os gusta estar así, siempre en confrontación con los demás, y poniéndoos unas normas para cumplir…
+Bueno, yo soy católico y tengo que decirte que es verdad, mucha gente parece que lo único que quiere es discutir… Pero no debe ser así, y es por una razón muy sencilla
-¿Por qué?
+Pues mira, uno no es cristiano porque tenga los mejores argumentos del mundo, que se pueden y deben tener, pero no es lo principal. Nosotros estamos enamorados de una persona, que es Cristo y mucha gente discute de temas defendiendo a la Iglesia sin tener una verdadera relación con Jesucristo. Tú imagínate a los santos, que veneramos en la Iglesia, como San Juan Pablo II o Santa Teresa de Calcuta, continuamente discutiendo con los demás si tienen o no tienen razón… No fue así porque ellos hablaron de lo que tenían en el corazón, y tenían en él una verdadera amistad con Jesucristo. Lo esencial de la Iglesia es hacer presente a Cristo por medio de los sacramentos y de la caridad, y luchamos para que esto sea así.
-Entiendo perfectamente Juan, pero ojalá todos los católicos tuvieseis esa convicción.
+Así es, depende de ti ahora que quieras hacer caso al mensaje real de la Iglesia, o a los que no lo representan… No lo digo por Alex, por supuesto. Pero tienes que saber que un cristiano, es como decía Benedicto XVI: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida”…. Así que ya sabes, ahí tienes una argumento por si alguien se pone pesado.
-Muchas gracias Juan, de verdad.
+Bueno, vente y te invito una cerveza, que el sábado pasado ganó tu barça!