Volvemos un poco a la misma idea de ayer: hay que tener cuidado con las prisas.
Hace pocas semanas vino a verme una chica y me dijo: ¡He conocido un chico excepcional! La verdad es que el chaval parecía, cuando me lo presento días después, una bellísima persona. El problema vino hace unos días cuando al preguntarle por él me dijo que habían roto: ¡Fuimos muy deprisa!, me decía ¡Hemos quemado demasiadas etapas muy pronto!
Lo peor no fue eso, sino que, al seguir hablando con ella, me confesó que eran amigos desde hace años, pero que con esa ruptura se había destruido la amistad. De hecho, me confesó, se habían bloqueado en las redes sociales.
Las prisas no sólo pueden acabar con una buena relación, sino con una bella amistad. Es una pena que haya algunas chicas/os que a los 17 ó 18 años hablen de problemas de pareja como si tuvieran 35 ó 40 años. Hay que saber que la vida tiene sus etapas y el noviazgo también.
Recuerda el refrán despacito y buena letra, el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas.
