¡Qué libro! Madre mía… no sé ni por dónde empezar… Esta novela es de aquellas que te mueven por dentro, que te hacen soñar con grandes ideales, con una vida donde los pilares son la familia, los amigos, la chica (o el chico) y, por supuesto, la fe.
Para no irme por las ramas, os diré que esta novela de José Luis Martín Vigil narra la vida de un joven, Iñaki, en su impase entre «la infancia» y la adolescencia en la Vigo de los años 60. Relata su vida en el colegio como interno, sus veranos en Marín entre regatas, la vida en familia… y todo de la mano del P. Urcola, el jesuita que dirige espiritualmente a Iñaki. Dicho así parece que no tenga más secreto, sin embargo, hay taaanto que leer entre líneas.
El P. Urcola, que representa a José Luis Martín Vigil, despierta en los jóvenes, especialmente en Iñaki, enormes deseos de grandes ideales, de no conformarse con la mediocridad sino aspirar siempre a más y más. Les educa en las emociones, les hace sacar lo mejor de sí mismos, guiarles por el camino correcto en la edad más complicada de la vida de cualquier joven. Les enseña a ser jóvenes valientes, fuertes, de gran corazón, educados en virtudes, dispuestos a darlo todo por lo que verdaderamente merece la pena, donde el Amor sea el verdadero motor de sus vidas.
La vida sale al encuentro representa aquel momento donde empiezas a descubrir lo que es la vida, pero la vida de verdad, con sus alegrías y sus penas, y el secreto está en saber vivir esa vida, en saber empezar a caminar por la vida, como un peregrino hacia el Cielo. Si podéis, leed esta novela porque verdaderamente merece la pena, no deja indiferente a nadie, especialmente a los jóvenes que muchas veces en vez de vivir, sobrevivimos. Es un libro que merece ser leído y sobre todo, vivido.