JC 12/10/2024
Estoy leyendo con gusto el libro de Jean Birnbaum «El coraje del matiz. Cómo negarse a ver el mundo en blanco y negro», publicado por el CEU y el Real Instituto de Estudios Europeos, que acaba de aparecer en Ediciones Encuentro (Madrid, 2024, 134 páginas).
Ya el mismo título explicita que el libro es una defensa del pluralismo multicolor, de que en el diálogo habríamos de tener siempre la disposición generosa de aprender de quienes sostienen opiniones opuestas a la nuestra. Copio de su introducción: «Albert Camus dijo una vez: «Nos asfixiamos entre gente que cree tener absolutamente razón», y muchos de nosotros sentimos lo mismo hoy, dado lo irrespirable que se ha vuelto el aire».
Y explica Birnbaum a renglón seguido: «Así las cosas, las redes sociales se han convertido en una arena donde el debate ha sido reemplazado por el combate: cada uno, temiéndose encontrar con un contradictor, prefiere acosar a cien enemigos. Incluso más allá de Twitter o de Facebook, el campo intelectual y mediático se confunde con un campo de batalla donde se permiten todos los golpes. En todas partes, los predicadores feroces prefieren atizar los odios a iluminar las mentes» (p. 13).
Este libro «celebra el matiz como libertad crítica, como audacia ordinaria» (p. 17) y se apoya explícitamente en hermosos textos y penetrantes reflexiones de Arendt, Aron, Barthes, Bernanos, Camus, Orwell y de la para mí hasta ayer desconocida, Germaine Tillion, con quienes el autor dialoga cordialmente. Defiende en todo momento la escucha confiada de unos a otros para aprender de los demás, para crecer.
Suele decirse a veces que las pequeñas diferencias son las que más separan y es verdad. Pero también podemos decir con Birnbaum que «no hay nada más radical que el matiz» (p. 19). Recomiendo su lectura porque invita a pensar.
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* Jaime Nubiola es profesor emérito de Filosofía en la Universidad de Navarra, España (jnubiola@unav.es).
