El joven jugador de baloncesto AJ Griffin, conocido por su prometedora carrera en la NBA, que jugaba en los Atlanta Hawks, ha tomado la gran decisión de su vida, retirarse del baloncesto profesional para ser sacerdote.
En un vídeo explica que esta decisión «no fue impulsiva» y que llevaba tiempo reflexionando sobre su futuro. «El baloncesto ha sido mi vida, pero he sentido una llamada más fuerte», afirmó el exjugador, quien señaló que su fe ha sido una parte importante de su vida desde muy joven.
En su declaración también manifestó que «siempre tendrá un lugar en su corazón para el baloncesto», pero que ahora está enfocado en seguir un camino espiritual.
Ahora, AJ Griffin se prepara para ingresar en un seminario, dando un paso significativo hacia su objetivo de convertirse en sacerdote.
Fuente Infovaticana