Elizaveta es una joven ucraniana de 22 años que se acaba de bautizar, tras un tiempo de búsqueda espiritual. «Mi hermano mayor fue bautizado cuando era niño, pero mis padres decidieron no bautizarme a mí, para que yo pudiera tomar esta decisión conscientemente por mi cuenta. Durante mucho tiempo, el tema no me inquietó, pero con el paso de los años la sensación de estar incompleta empezó a crecer», explica.
Su entorno laboral le influyó en su búsqueda. Tenía compañeros de distintas religiones y fuertes valores que le hizo pensar: «Sentí que me faltaba algo: una conexión espiritual con Dios».
Decidió de forma consciente recibir el Bautismo tras un proceso minucioso de preparación. «Los sacerdotes de la iglesia me recibieron muy amablemente y, después de hablar con ellos, me di cuenta de que la Iglesia greco-católica ucraniana es exactamente la Iglesia que necesito».
Después del Bautismo, Isabel experimentó la renovación espiritual y la conexión con Dios a un nuevo nivel: «Aunque la fe siempre ha estado conmigo, ahora la siento más profundamente, más conscientemente»
A aquellas personas que aún no han decidido si iniciar su camino en la vida cristiana, Isabel se dirigió de la siguiente manera: «Escúchate a ti misma, y si sientes que te falta algo, acude a Dios. La oración siempre trae paz y protección».
Fuente: Iglesia greco-católica ucraniana
