Procedentes de todas las regiones de Italia, unos 7.000 estudiantes, profesores, administradores locales y padres de la sociedad civil se reunieron con el Papa Francisco en el Aula Pablo VI para realizar un “laboratorio de paz” con la Coordinación Nacional de las Entidades Locales por la Paz y los Derechos Humanos.
Después de que varios de ellos hiciesen unas preguntas, el Papa tomó la palabra. “Son preguntas concretas, preguntas bien preparas que estoy convencido que han salido de vuestro corazón, porque son preguntas concretas. Quiero felicitaros porque estas preguntas no son ideológicas, sino preguntas de la vida”, les dijo.
Una joven le preguntó por la situación de miseria y conflicto que vive el mundo, a lo que el Papa respondió así: “Cuando era niño estas preguntas las hacían los ancianos. Y los jóvenes no entendían. A mí me gusta que vosotros jóvenes entendáis que hay algo que destruye, algo que no es normal. Está creciendo, ha crecido y crece entre nosotros una cultura de la destrucción. Dios ha creado al hombre para construir. Nos ha dado el mundo para hacerlo crecer, nos ha dado la inteligencia para las invenciones del bien de todos. Pero no sé qué ha pasado”.
“Comienza una cultura de destrucción, se destruye mucho. Ayer en un periódico había una fotografía de niños hambrientos, muy delgados. Y en el mundo hay mucha riqueza para quitarles el hambre. Dios nos ha creado para construir, para hacer comunidad, para vivir en paz”.
Francisco les aconsejó no vivir en esa inquietud porque el mundo también tiene su lado hermoso. “Hay mucha gente que gasta su tiempo en ayudar. El año pasado en África he encontrado una religiosa que tenía 84 años, y desde que tenía 23 ayudaba a los demás, era enfermera. Esto no se ve en televisión. Hay destrucción, sí, estamos un poco locos todos, pero hay también muchas cosas buenas en el mundo. Nuestro deber es ir hacia el camino de la construcción”.
En otra se le preguntó sobre las guerras en el mundo y la responsabilidad de los políticos. “Nuestros responsables políticos no pueden hacer nada porque el mundo se ha organizado de una manera mala. Dios ha creado el mundo y ha puesto en el centro al ser humano. Hoy el mundo va adelante sin que el hombre y la mujer estén en el centro”, respondió.
Al contrario, en el centro están “el mal, el dinero y el poder”. “Están los negocios, el tráfico de personas, de niños el tráfico de droga”.
Sobre el empleo, el Papa afirmó con rotundidad que los contratos de baja duración son “un pecado mortal”.
Y de nuevo retomó el tema de la violencia, y recordó que “hay personas que usan los cotilleos y las palabras para sembrar cizaña y poner a uno contra el otro, la violencia de la lengua”. ¿Cuál sería el remedio? “Morderse la lengua. Se hinchará, pero ganarás no ser un ‘terrorista de la charlatanería’. Ser mansos”, aconsejó.
En su última respuesta sobre la educación, Francisco aseguró que se debe “rehacer el pacto educativo: familia, sociedad, escuela. Todos al servicio del chico, todos unidos”.
Fuente: Aciprensa.