Se ha armado un buen escándalo porque la actriz española Elsa Pataky (Madrid, 1976) decidió hace unos años renunciar a su prometedora carrera profesional como actriz para dedicarse al cuidado de los 3 hijos que tiene con el también actor australiano Chris Hemsworth (Melbourne, 1983), conocido especialmente por su interpretación del dios nórdico Thor.
El artista de Melbourne descubrió hace una semana su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y, durante el acto, dedicó unas palabras de homenaje a su esposa por “apartar sus propios sueños” para apoyar los del intérprete de Thor. “Siempre estaré en deuda contigo” fueron las palabras de Hemsworth, que aprovechó la ocasión para reconocer públicamente el trabajo y sacrificio de su esposa por su familia durante todos sus años de matrimonio (2010), al dejar de lado su profesión para poder dedicarse por completo a sus hijos.
Estas palabras generaron un gran escándalo en la opinión pública “políticamente correcta” por considerarlas machistas y fuera de lugar en nuestra avanzada sociedad feminista y progresista. Pataky aprovechó su presencia en un acto promocional en Madrid de su nueva película “Furiosa” para responder a las críticas afirmando que la suya fue una decisión muy personal y que quiso ser madre y sacrificar parte de su carrera en ese momento para estar con sus hijos. Fue una decisión libre por completo por la que se siente muy feliz y no se arrepiente. Por último, añadió que su esposo también participa en la crianza de sus hijos.
Es cierto que hoy en día es difícil que muchos padres o madres -por cómo nos han configurado la sociedad contemporánea los iluminados que lo han hecho- puedan permitirse renunciar por completo a su carrera profesional para dedicarse a la atención y educación de sus hijos, los que deciden apostar por la vida contra la “generosa” opinión de muchos de que somos demasiados en este planeta. Ahora se habla más de conseguir la llamada “conciliación trabajo y familia”, que no parece ir demasiado bien a juzgar por los índices de salud de la familia al menos en occidente.
Las valientes palabras del matrimonio Hemsworth Pataky suponen un merecido homenaje a las millones de mujeres -más numerosas que los hombres aunque también los ha habido- que a lo largo de la historia y también en la actualidad han decidido libremente sacrificar su carrera profesional y su posible brillo personal para dedicarse a sus hijos y a su familia, siendo verdaderamente felices viviendo un amor verdadero: dando su vida por los demás, como nos enseñó Jesucristo desde el misterio luminoso de la Cruz.
SANTIAGO LEYRA-CURIÁ