Ana Sanjuan combatió un grave tumor en su cabeza con una terapia de protones y una novena a la Medalla Milagrosa. Cuando su equipo médico constató con asombro su increíble mejora al acabar las sesiones, le dijeron, señalando al cielo: “A nosotros nos gusta mucho atribuirnos el éxito, pero han sido los de arriba”.
“Yo lo atribuyo por supuesto a la Medalla milagrosa, a la novena, a todos los que a petición mía la rezaron, entre ellos mis hijas y mi nieto; el Señor fue misericordioso y aquí estoy, vivita y coleando, feliz y contenta”, explica a Aleteia.
A esta barcelonesa, le diagnosticaron su enfermedad a los 6 meses de su boda. “Yo le rezaba mucho a la Santísima Virgen, a los santos de mi devoción que recordaba de pequeña, me puse agua de Lourdes, y no dejaba de ir a Misa cada día” .Pero una amiga le recomendó que hiciera una novena a la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Cuando estaba prevista la intervención para extirparle el tumor, el médico le dijo que era más grande de lo que pensaba y que no la iba a hacer.
Le hablaron de la terapia de protones y al terminar las sesiones, Ana viajó a París, a la Rue du Bac donde tuvieron lugar las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa. Cuando volvió a Madrid le dijeron que el tumor se había vuelto inofensivo.
Fuente: Aleteia