Comenzamos el mes de mayo, mes de las flores, el mes primaveral por excelencia y el mes que la Iglesia dedica a Nuestra Madre la Santísima Virgen María. Y qué mejor manera de mostrarle nuestro amor que con el rezo del Santo Rosario que tanto le gusta a Ella.
Rosario es una palabra que proviene del latín que significa puñado de rosas. Cada vez que lo rezamos le estamos regalando un preciosísimo ramo de rosas.
A veces podemos pensar que es algo monótono y repetitivo. ¿Pero y si te digo que con la consideración de los Misterios, repetición del Padrenuestro, Avemaría, y Gloria estamos haciendo un continuo acto de Fe, Esperanza y Amor, de adoración y reparación? La cosa cambia, no?
Cuando lo rezamos es como si nos sentáramos junto a la Virgen y nos enseñara su álbum de fotos familiar: Podemos ver crecer al Niño, admiraremos su años de vida oculta, asistiremos a Su Pasión y Muerte, nos pasmaremos ante la gloria de la Resurrección… Y acabaremos enamorándonos cada vez más de Jesús y María. ¿No es una maravilla?
La Virgen, en Fátima, pidió que el mundo entero rezara el Rosario para alcanzar la paz y el fin de la guerra. Siendo un arma tan poderosa, todos unidos, podemos conseguir la victoria.
Te invito a rezarlo todos los días de este mes de mayo por la paz, por la Iglesia, por el Papa, por nuestras familias y todas las cosas que te preocupan. Te aseguro que tendrás paz.
Mariazell Gracia