A principios del siglo XX, los católicos africanos eran el 1% de los católicos del mundo. Hoy son el 16% y se espera que para 2050 constituyan ya el 32%, recoge Religión en Libertad.
Mientras en Occidente los seminarios se vacían, en África no dan abasto con las vocaciones. Lo paradójico es que esta Iglesia en franco crecimiento está siendo sometida a un ataque martirial inmisericorde, lo que no hace sino alimentar el «ardor de su fe».
En África ha crecido brutalmente el terrorismo islámico procedente, sobre todo, del Estado Islámico. La Iglesia africana es una Iglesia mártir que, a pesar del riesgo que corren los católicos, asisten a Misa un 94% inconcebible en Europa.
Un sacerdote nigeriano, destinado en Italia y por tanto conoce los dos mundos, considera que «África tiene fuerza para hacer avanzar la Iglesia» ante una Europa cansada y con las vocaciones en proceso de extinción: «Si no hay vocaciones, ¿cómo puede avanzar la Iglesia? La Iglesia crece con las vocaciones, y en África las hay».
«la raíz de la vida cristiana debe ser Dios, no el hombre». Europa, sin embargo, «ha puesto al hombre en el centro, más que a Dios». Entonces el hombre se cree tan libre «que cree que puede hacer todo lo que quiera. En África, Dios está en el centro de la vida, de la cotidianidad, de todo… Debemos volver a poner a Dios en su lugar, en el centro».
Fuente: Religión en Libertad
