Es un libro que desde una hondura teológica y litúrgica consigue penetrar profundamente en las corazones y en el espíritu de los lectores.
Muchos que van regularmente a la celebración eucarística encontrarán en este libro un conjunto de detalles de fondo que les ayudarán a penetrar en lo que están viviendo y no ser meros espectadores: descubriran que la liturgia como dice el Catecismo es la fe celebrada -no un ritualismo frío y sujeto a las modas de cada época- donde se hace presente Cristo Resucitado.
Estoy seguro que también ayudará a valorar más la reforma litúrgica operada en el Concilio Vaticano II. En pocas palabras considero que es un libro de imprescindible lectura.
Fuente Club del lector