Irene Urdangarín, hija de la Infanta Cristina e Iñaqui Urdangarín, se encuentra en Camboya haciendo un voluntariado en una en el centro Arrupe a cuyo frente se encuentra el sacerdote Jesuita Kiko Figaredo.
Con sus 18 años cumplidos, ha decido hacer un paréntesis en su vida para dedicarse durante seis meses a ayudar a los más necesitados. Ella misma se pagó su billete de avión y está alojada en una pequeña casita que comparte con otra voluntaria.
Su trabajo consiste en colaborar con el equipo que da formación y educación a niños discapacitados marginados. Para ello se levanta cada día a las 5 de la mañana para recorrer muchos kilómetros en camioneta o moto por caminos de tierra.
En su camiseta lleva prendido el Cristo mutilado, al que le falta una pierna, que hace referencia a las múltiples personas víctimas de las minas antipersona que siembran la zona.
Fuente: Hola!