Todos los años se inicia en el circuito del tenis la clasificación y, con los diferentes torneos 500, 1000 o los grandes, los jugadores van acumulando puntos que les hacen avanzar o retroceder en la clasificación.
En el corazón también hay una clasificación de los afectos y, aunque sabemos que Dios debería ocupar el primer lugar, muchas veces no es así. Deberíamos hacer nuestra clasificación y ver qué lugar ocupa de verdad Dios en nuestro corazón.
Imaginemos que Dios es el Top 8, no pasa nada porque puede avanzar ¿Cómo? La distancia acerca o aleja en la intensidad del amor. Alejemos o distanciemos de nuestro corazón aquellos amores que no dejan que Dios progrese y acerquemos el amor de Dios a los primeros puestos.
Muchas veces lo importante es la cercanía: dejar espacio, que ocupe su lugar; y esto está al alcance de todos.