La Unión de Enfermos Misioneros es un servicio de las Obras Misionales Pontificias, establecido para inscribir a todo enfermo crónico o anciano que desee ofrecer su dolor y su vida por las misiones.
Todo carisma se ejercita en servicio de la comunidad. Para el que sufre, y especialmente al enfermo, el Señor le dice por medio de la Iglesia y del Santo Padre: «El valor salvífico de todo sufrimiento, aceptado y ofrecido a Dios con amor, deriva del sacrificio de Cristo que llama a los miembros de su Cuerpo Místico a unirse a sus padecimientos y completarlos en su propia carne. El sacrificio del misionero debe ser compartido y sostenido por el de todos los fieles. Con el ofrecimiento del sufrimiento, los enfermos se hacen misioneros» (RM 78)
Este es el carisma que el Señor regala a los enfermos y a los que sufren. Un dolor que es valioso ante Dios y que apoya a los misioneros ayudando a la extensión del Reino de Cristo. Invitamos a los enfermos, ancianos y a los que sufren, a que de esta forma se hagan misioneros.
Objetivos específicos:
- Hacer que los enfermos, asociados a la pasión de Cristo Redentor, ofrezcan sus obras, sufrimientos, oraciones y aportes económicos por las misiones.
- Contribuir continuamente a la santificación personal de los enfermos vinculados a la UEM
- Fomentar la comunicación de los miembros de la UEM entre sí y con los enfermos de las misiones.
- Fomentar la cooperación directa de sus miembros en actividades de animación misionera que estén a su alcance.
¿Para qué?
Para la santificación de los misioneros, el aumento de las vocaciones misioneras y la extensión del Evangelio a toda la tierra.
- «Os ruego, hermanos, que ofrezcáis vuestros cuerpos como hostia viva» (Rom 12,1-2).
- «Cumplo en mi carne lo que le falta a la pasión de Cristo» (Col 1,24)
Hacen una labor maravillosa. Puedes encontrar toda la información en Misión Permanente