Isabel quedó embarazada con 18 años y gracias a uno de los Centros de Ayuda a la Vida (CAV) que hay repartidos por Italia, continuó con su embarazo y hoy puede disfruta de su bebé.
Un año y medio después tuvo la oportunidad de ayudar a una compañera, Angélica, que se hallaba en su misma situación, pero que había decidido abortar.
Desde CAV, después de rezarlo mucho, intentaron ayudarle enviándole un folleto informativo para que supiera que no estaba sola y además se les ocurrió que Isabel podía escribirle una carta. Ésta lo hizo y la metió en la mochila de Angélica para que le leyera:
«… te escribo es para hacerte saber que he vivido lo que tú estás viviendo. Aunque ahora todo te parezca mal, tienes que ser fuerte porque ahora estoy feliz de haberle dado vida a mi amor. Y si hoy tengo fuerzas para vivir es gracias a mi bebé. Piénsalo detenidamente, porque entonces nunca podrás volver atrás. Darle vida a tu criatura es lo más bonito que puedes hacer…»
Días después Angélica no compareció a su cita para abortar.
Fuente: Avvenire