Kaya Jones, ex miembro del grupo musical The Pussycat Dolls, compartió valientemente su testimonio en la Marcha por la Vida que ha tenido lugar en San Francisco.
A los 16 años se sometió a su primer aborto, y describió las secuelas como si «alguien me hubiera quitado algo que siempre había pertenecido a mi cuerpo» y que no tiene una tumba que visitar para llorar a su hijo.
La canadiense recordó un momento crucial durante una actuación, cuando la admiración de dos niñas provocó una revelación: El Señor las utilizó para hablarme aquel día. Esa convicción… me llegó al corazón». Aquel día le hizo replantearse la imagen promiscua que proyectaba a sus fans.
Cuando abortas a un niño, estás matando un pedazo de Dios. Estás siendo literalmente las manos y los pies de Satanás»
Pidió que se rezara por los que se oponían a la manifestación porque quizá no comprendan la gravedad de abortar a seres «hechos a imagen de Dios».
Fuente: Aleteia