Mons. Joe Vásquez, Obispo de Austin (Estados Unidos), celebró una Misa en la cárcel que alberga a siete mujeres condenadas a muerte, cinco de las cuales se han convertido al catolicismo durante el tiempo en que esperan su ejecución.
En la homilía, sobre la parábola del hijo pródigo, les habló de perdón y misericordia. «Pertenecen a la Iglesia tanto como los demás. Los muros pueden separarnos, pero los muros nunca podrán mantener a Cristo alejado».
La Misa formaba parte de un congreso organizado por la Coalición de Ministerios Católicos Penitenciarios que, entre otras cosas, se dedica dar formación a los católicos que desean hacer apostolado con los encarcelados.
Su actual coordinadora ejecutiva comenta que seis de las presas actuales son oblatas laicas de las Hermanas de María, Estrella de la Mañana; una orden católica de monjas, que han hecho del ministerio con las mujeres condenadas a muerte parte de su misión como religiosas.
Fuente: Aciprensa