Estas han sido alguna de las palabras del Obispo de Padua en la homilía del funeral de Giulia Cecchettin, asesinada por su novio al no querer sucumbir ante las exigencias de él, apresado días después en Alemania.
El Obispo lanzó, ante las 10.000 personas presentes, un desafió: ¿Puede haber amor sin respeto? El amor busca lo mejor del otro, no aprovecharse del otro. Giulia quería a su novio, pero no quería estar sometida a perder su dignidad como mujer.
El testimonio de Giulia es un reto para todas las jóvenes de Italia y del mundo.