Todos estamos llamados a ir al Cielo, a ser santos, también si tienes de 15 a 30 años. De hecho son muchos los chicos y chicas jóvenes que han ido al Cielo: Alexia, Montse, Santa Teresita de Jesús, etc., pero en una sociedad tan secularizada como la nuestra podemos pensar que es imposible. Y la verdad es que no es sencillo cuando tantos y tantas en vez de ayudarnos a acercarnos a Dios nos invitan a alejarnos de Él.
Pero que sea difícil no quiere decir que sea imposible. Ya nos lo dijo Juan Pablo II en Tor Vergata: es difícil creer pero con Dios es posible. Por eso te dejamos una pequeña guía que muchos de nosotros hemos experimentado y que nos ha ayudado y nos ayuda a no perder el norte y seguir el Camino que nos hemos trazado y que es alcanzar el Cielo:
- Acudir con frecuencia al Sacramento del perdón para, además de purificar nuestras faltas, pedir ayuda al Cielo.
- No divorciarme de Dios porque Dios es nuestro Padre y lo será siempre. Reza un padrenuestro al día.
- Sonreír a todo y a todos.
- Ser paciente con nosotros y con los demás.
- Dar mi tiempo y mi atención sin esperar nada a cambio.
- Buscar cada día a Dios en tu estudio o trabajo.
- Hablar de Cristo a tus amigos.
- Y, por último, ir a Misa con la mayor frecuencia posible.