Empezamos noviembre, cargados de grandes fiestas en la iglesia: día de todos los santos, de los difuntos… Y con ello nos recuerdan, una gran realidad de la que formamos parte los cristianos: el cielo, que supera toda ficción y ni tan siquiera el mejor de nuestros sueños puede llegar a parecerse un poquito.
Alcanzar el cielo, es a lo que todos aspiramos, y por lo que Dios quiere que tú y yo luchemos aquí en la tierra… cambiar el mundo, para hacer de este, un trocito de cielo. En este mes de noviembre, vamos a intentar con la ayuda de todos los santos, empezar a construir el cielo en nuestros ambientes (dando una vuelta con los amigos, jugando un partido, estudiando, en la uni…) no importa donde. El mundo necesita a Dios. Tú y yo, somos los instrumentos para que se le conozca.
Te recomendamos que escojas a un santo que te guste y que le pidas que te ayude. ¿Ayuda? Sí, a dar testimonio de que se puede ser joven, moderno y profundamente cristiano en el siglo XXI. Primero tal vez te critiquen, luego te respetarán y al final terminarán por intentar copiarte arrastrados por tu alegría, optimismo, generosidad…
Nunca olvides, que cuanto más des a conocer a Cristo, más se dará Él a conocer a ti. Vive en este nuevo mes, de cada día, una oportunidad maravillosa para acercar alguien a la fe. No importa dónde ni cuando, siempre es buen momento para hablar de Jesús. Ya te decimos que no te dará muchísima fama el hacerlo aquí en la tierra, pero ¿no prefieres ser conocido en todo el cielo y que cuando llegues, Jesús te mire y te pueda decir gracias?
Te lo pregunto de otro modo: ¿Quieres ser un joven moderno y profundamente cristiano?