La Fundación CARF ha presentado su Memoria 2022 que recoje todas las actividades y resultados del curso pasado. Luis Alberto Rosales, director general, señala: «Repasando el entorno en el que nos hemos movido en 2022, cabe reseñar la inestabilidad global: crisis energética, subida de las materias primas y combustibles, guerra de Ucrania, mercados inestables… hitos que sin duda han generado inquietud entre todos nosotros. Pero, pese a esas circunstancias, los recursos obtenidos mediante las donaciones periódicas y las puntuales han supuesto un año récord en nuestra historia».
Las donaciones hicieron posible que la Fundación CARF ayude a mantener su compromiso de sostenimiento de las Facultades Eclesiásticas de la Universidad de Navarra y de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, y de ayudas al estudio y a la manutención de los alumnos. Porque el objetivo es: sembrar el mundo para que ninguna vocación de seminarista, sacerdote diocesano o religioso se pierda por falta de medios económicos.
La Fundación CARF continúa cumpliendo sus objetivos: rezar por las vocaciones y los sacerdotes, difundir su buen nombre en todo el mundo (para lo que se ha desarrollado una página web en 27 idiomas) y ayudar a la formación de los sacerdotes.
La campaña Dona estuches de vasos sagrados, para que los seminaristas, una vez regresen a sus diócesis para ordenarse sacerdote, puedan celebrar la Santa Misa en lugares inaccesibles y con escasos recursos. La mochila contiene vasos sagrados, objetos litúrgicos y un alba a medida tejida a mano por las voluntarias del Patronato de Acción Social.
Otra de las campañas ha sido Legados solidarios y testamentos: toda tu vida para darla, que busca concienciar sobre la importancia de trascender a tu vida de una forma perpetua, y seguir con el apoyo a sacerdotes y seminaristas de todo el mundo.
También, la iniciativa Ayúdanos a sembrar el mundo de sacerdotes: qué ninguna vocación se pierda pretende transmitir la urgencia de promover las vocaciones, indispensables para la administración de los sacramentos. Por último, la campaña Los sacerdotes, la sonrisa de Dios en la tierra: pon cara a tu donativo, se enfoca en donantes cuya aportación supera los 500 € anuales para asignarles un becario, con nombre y apellido, al que irá destinada su ayuda.
En la actualidad, gracias al apoyo de sus benefactores y amigos, la Fundación CARF ha ayudado a casi 40.000 alumnos de 131 países con escasos recursos económicos para que cursen sus estudios en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, y en las Facultades de Estudios Eclesiásticos de la Universidad de Navarra, en Pamplona. Entre los becarios alumni de la Fundación CARF ya hay 130 estudiantes que han sido ordenados obispos y tres creados cardenales.