Águeda tiene un ELA avanzada, está felizmente casada y es madre de tres hijos.
En un artículo que publicamos haces unos meses, «Muerte que da vida», explica «la gracia inmensa que siento que he recibido al ser capaz de unir mis sufrimientos por la ELA a los padecimientos de Jesús en la Cruz».
Ahora, junto a una reliquia de la una Espina de la Corona de Cristo vive la transformación de su corazón como ella misma dice:
Esa santa espina que estuvo clavada en tu carne y se empapó de tu sangre descansa ahora en mi pecho y durante la Misa se clava en mi corazón de piedra y me abre una llaga por la que entras tú y lo resucitas todo pic.twitter.com/lKcnOHWpy2
— ARTن (@artobalin) March 31, 2023
Cuanto amor hay en el alma con un corazón enamorado.