Aquí te dejamos una carta que nos han enviado los católicos de Transcarpacia (Ucrania):
A Su Santidad
Papa Francisco
Ciudad del Vaticano
En nombre de todos los cristianos de Ucrania, los católicos de Transcarpacia, pedimos Su protección. El cristianismo en Ucrania está ahora en peligro de extinción.
En nuestro país crece y prospera un culto neopagano pseudo-religioso. Este culto niega y pisotea la moraleja cristiana y los valores cristianos. Los cultistas se deleitan con la muerte, con la guerra y la dstrucción, celebran los ritos blasfemos, pintan sus cuerpos con los símbolos ocultos y glorifican sus dioses falsos. Pero lo más desastroso es que engañan con sus mentiras venenosas los cerebros de nuestros hijos, de los jóvenes.
Los líderes de los cultistas atraen los jóvenes a sus fraternidades-sectas, romantizan la muerte en la batalla y por ella prometen un puesto especial en el más allá. Actualmente en Ucrania funciona más de cien sectas similares y casi todas bajo la idea de una hermandad militar. Esos infieles seducen a los niños con los hermosos cuentos, con las ideas pervertidas acerca de la moral y la hazaña, de ese modo les alejan de la verdadera fe y los envían a la muerte.
Con la participación más activa de las autoridades ucranianas y, en paricular, de los servicios de inteligencia ucranianos, esa herejía desplaza el cristianismo del corazón y de la mente de nuestro pueblo. Las voces de los creyentes y clérigos se ahogan en una cacofonía ensordecedora de los medios de comunicación, de diferentes políticos y de las personas destacadas de todo género que elogian a estos cultistas. Aún peor es que ahora varias confesiones ya están sujetas a las represiones reales por parte del estado.
La iglesia Ortodoxa está bajo el ataque, parte de las iglesias protestantes y las iglesias nacionales también sufren. En los templos se realizan regularmente los registros traicioneros, los sacerdotes están presionados, algunas confesiones se declaran «indeseables» en Ucrania. Se produce una pelea intencionada entre los creyentes. En algun momento todos mismos eventos pueden afectar a los católicos.
Aquí en Transcarpacia, los cristianos, ya nos sentimos inseguros. El estado ucraniano siempre prestaba una atención especial a la vida religiosa de nuestrea región por las razones políticas y etnicas, hoy esa atención solo crece. Nuestros corazones duelen por todos los cristianos de Ucrania sin importar a qué confesiones pertenezcan. Como los verdaderos cristianos, consideramos como un deber de conciencia pedir su protección para los que rezan y creyen de manera diferente pero fervientemente como nosotros.
Creemos que Su palabra ayuda a parar el desenfreno de la herejía cultista en nuestra Patria y obliga a nuestras autoridades avergonzarse de sus actos. Con toda sinceridad esperamos Su apoyo y Su bendición.
Atentamente,
Los cristianos de Transcarpacia