Por Nano Antón
«Haré más ruido muerto que vivo», esta es una de las frases más conocidas de San Pío de Pietrelcina, el sacerdote capuchino que llevó los estigmas de Jesucristo en manos, pies y costado durante 50 años.
Francesco Forgione (Padre Pío) nació el 25 de Mayo de 1887 en Pietrelcina y falleció el 23 de Septiembre de 1968 en San Giovanni Rotondo. Este último lugar es uno de los lugares de peregrinación más conocidos del mundo, porque son muchos los devotos o curiosos que quieren acercarse a la tumba del capuchino.
Yo personalmente puedo afirmar que esa frase del Padre Pío es real, porque mi encuentro con él, me cambió totalmente. El Padre Pío llegó a mi vida cuando estaba comenzando mi conversión después de ver la película “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson.
En ese momento me encontraba en un proceso en el que me estaba dando cuenta del sentido del sufrimiento, de su valor y del sacrificio de Cristo en la cruz por todos nosotros. Aun así, todavía tenía muchas dudas. En ese momento apareció el padre Pío, para acercarme más a Dios y ayudarme a comprender muchos aspectos de la fe, especialmente el de la aceptación de la cruz. Esto no quiere decir que sea un sufrimiento masoquista, sino una aceptación de nuestros sufrimientos y un ofrecimiento de ellos por amor. De esta manera, completamos en nosotros lo que falta a la Pasión de Cristo.
Sé que no está «de moda» hablar de sufrimiento y de sacrificio en la sociedad en la que vivimos, en la que no se le tiene respeto ni a la vida terrenal ni a la vida eterna. Tampoco está bien visto potenciar las virtudes de la caridad y de la humildad, sino que se utiliza un buenismo que nada tiene que ver con ellas. El Padre Pío las consideraba esenciales para llegar a la santidad.
Podría profundizar más en virtudes y enseñanzas del Padre Pío, pero me alargaría demasiado, por lo que me quedo con algunas frases del padre Pio sobre el sufrimiento: “Ten en tu corazón a Jesús crucificado y todas las cruces del mundo te parecerán rosas.” “Yo amor la cruz porque la veo siempre sobre las espaldas de Jesús.” “La prueba es durísima, pero el Señor no dejará de aligerar la cruz de vez en cuando… El bálsamo de la Divina Misericordia endulza la amargura de la prueba.”
Podría profundizar en más virtudes y enseñanzas del Padre Pío, pero me alargaría demasiado. He querido centrarme en la enseñanza que nos dio sobre la aceptación del sufrimiento porque vivimos en un momento lleno de sufrimiento, en el que muchos jóvenes y no tan jóvenes se encuentran perdidos, sin esperanza y sin ganas de vivir. Se encuentran sumergidos en una desilusión e infelicidad que les amarga la existencia. Cristo es la llave de la verdadera felicidad, de la verdadera salvación y esperanza. Dios es el único que puede llenar el vacio existencial que llevamos dentro cuando estamos lejos de él, porque hemos sido creados por Amor para el Amor.
Como joven, lo que puedo decir es que el Padre Pío os puede cambiar la vida también a vosotros, ya que sigue intercediendo mucho por nosotros desde el Cielo y no nos dejará solos.
El encuentro con Jesús bajo la intercesión del Padre Pío me ha llevado a iniciar un proyecto de evangelización que consiste en dar a conocer la obra, vida y espiritualidad del padre Pío. En primer lugar en la creación de cuentas en redes sociales, posteriormente en la creación de una página web www.sanpadrepio.es (actualmente en reformas) , para acabar en Abril de este año publicando un libro de testimonios de personas del Siglo XXI que han tenido experiencias con el santo. El libro se llama “Padre Pío, haré más ruido muerto que vivo” y está disponible en Amazon y en El Corte Inglés.
El ejemplo de los santos y su intercesión nos acercan a Jesucristo, no dejemos de acudir a ellos.
