No esperes que Dios llegue desplegando un espectáculo,
porque tu pesebre quedará vacío.
No esperes que Dios llegue anunciándose en voz alta,
porque tu pesebre quedará vacío.
No esperes que Dios llegue presumiendo su poder,
porque tu pesebre quedará vacío.
No esperes que Dios llegue respondiendo a tus méritos,
porque tu pesebre quedará vacío.
Por el contrario,
Espera que Dios llega en el silencio de la noche,
Y entonces lo verás nacer en tu pesebre.
Espera que Dios llega con el llanto de un niño,
Y entonces lo verás envuelto en pañales en tu pesebre.
Espera que Dios llega humilde para los humildes,
Y entonces te arrodillarás ante tu pesebre.
Espera que Dios llega como ofrenda gratuita de amor,
Y entonces entenderás, al fin, lo que pasa en tu pesebre.
Amén
María Claudia Enríquez
¿Tu pesebre quedará vacío?
Claudia Enríquez