Queridos compañeros, porque os dedicáis también al mundo de la educación.
Os lo dijo María Pombo en vuestro programa: «os pasáis». Os lo vamos a decir nosotros: «os pasáis». Y os lo dijo también vuestro querido público cuando ante la broma de Grison apenas se río nadie: «os pasáis». De facto, se puede apreciar en el vídeo del momento cierto silencio incómodo ante la broma. Cierto silencio incómodo que compartío el público con vuestra invitada, María Pombo, y que compartimos nosotros.
No todo vale. Lo sentimos, pero no todo vale para ofrecer un espacio de ocio y amenizar nuestros momentos libres. La libertad de expresión constituye sin lugar a dudas uno de los pilares esenciales en nuestra sociedad democrática, sin embargo tiene límites, como derecho fundamental que es. Por ende, como fundamento de nuestro progreso y desarrollo humano, como ha señalado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (desde su primer pronunciamiento al respecto el 7 de diciembre de 1976), debemos ser especialmente cuidadosos en su ejercicio y limitación. Es por ello que queremos indicaros que:
I. Como sujetos del derecho a la libertad de expresión, asumís deberes y responsabilidades en su ejercicio. Responsabilidad que se erige como garante de no realizar comentarios ofensivos, y que puedan ser susceptibles de conculcar otros derechos fundamentales como el del honor y la libertad religiosa.
II. Dado que la ofensa nos sitúa en el escenario de lo subjetivo y la sensibilidad, y no vamos a entrar en el debate jurídico, queremos manifestaros nuestra concepción subjetiva. Os pasáis. Como bien sabréis la Sagrada Hostia es Dios mismo, el núcleo de nuestra fe y nuestra vida. Tal hecho es seguro conocido por vuestro equipo, porque cultura tenéis y del comentario de Grison así se desprende. Os rogaríamos que no hagáis nuevamente bromas de esta temática, y con alusiones expresas a la Sagrada Hostia.
Habéis herido nuestra sensibilidad, habéis herido nuestro sentimiento religioso.
Os lo queremos decir muy claro: «os pasáis», y esperamos una disculpa pública.
Atentamente,
Jóvenes Católicos y todos aquellos que se sientan heridos.
