Pablo llega a su piso de estudiante después de una mañana dura de clases y prácticas en la universidad, está cansado y tiene hambre. Ha rechazado el tentador plan de acompañar a sus compañeros de clase a comer a la conocida hamburguesería de la esquina (sería la segunda vez esta semana y estamos sólo a jueves) y debe prepararse una comida rápida antes de volver a la biblioteca a por otra sesión maratoniana de estudio. Mientras improvisa una ensalada con la verdura que se encuentra por la nevera, prepara algo de pasta y calienta un filete de pescado, Pablo aprovecha para continuar con el último episodio del podcast de ciencia ficción que empezó camino a las clases de la mañana. Tiene también un par de series pendientes, pero el limitarse a escuchar le permite optimizar el tiempo para ponerse a estudiar cuanto antes; al final de la tarde va a salir con sus amigos y no le gustaría faltar a la quedada ni tampoco dejarse cosas sin estudiar. Los exámenes se acercan y Pablo tiene más que comprobado que en momentos como este, en los que el horario está tan apretado, poner una serie o tumbarse en el sofá a navegar por el turbulento océano de las redes sociales conlleva un riesgo de perder la mitad de la tarde que no le apetece correr. Ya tendrá tiempo para eso por la noche, cuando todas las tareas del día estén cumplidas.
Pablo conoció los podcasts a raíz de un comentario de su madre. La señora Luisa y la tecnología no se llevan demasiado bien (no son raras las llamadas de socorro a su hijo porque el ordenador ha decidido no encenderse, o porque la moderna cafetera amenaza con autodestruirse y cosas similares), pero en esto ella adelantó a Pablo por la izquierda. Desde que descubrió gracias a sus amigas el mundillo de los podcasts ameniza con ellos las tareas domésticas, los paseos al perro, los trayectos en coche y en general las tareas solitarias que no le exigen concentración. Católica convencida pero no muy lectora, ha encontrado en ellos la posibilidad de formarse y aprender mucho sobre su fe. Pablo, también católico, pero algo más escéptico que su madre ha descubierto gracias a sus insistentes recomendaciones que no hay nada que le relaje más en el camino de vuelta a su piso a la salida del gimnasio que escuchar un podcast de oración o de meditaciones guiadas y hasta se está aficionando a los audios de un sacerdote muy simpático que comenta el evangelio con un desparpajo que él no creía posible en ‘uno de esos curas tan aburridos’.
El ‘podcasting’ lleva ya un tiempo entre nosotros, datando los primeros programas a principios de los años 2000, aunque es durante los últimos diez años cuando han presentado su mayor auge. Son archivos de audio, preparados para ser escuchado vía internet por múltiples usuarios de manera personalizada y que se publican de forma periódica y regular. El significado en español de la palabra podcast se encuentra en las palabras inglesas ‘pod’ y ‘broadcast’, su traducción aproximada sería ‘difusión multimedia portátil’. El contenido puede ser escuchado en directo, ‘offline’… cada oyente puede hacer una escucha personalizada y organizarse. Además, las plataformas que difunden este tipo de contenidos optimizan esto permitiendo pausar la escucha y reanudarla en el punto exacto donde la habías dejado, incluso en diferentes dispositivos, entre otras utilidades. La oferta que ofrecen es abundante y variada, desde entrevistas y música, hasta conferencias, divulgación y formación, pasando por información sobre la actualidad. Además, hoy en día la mayor parte de los programas de radio emiten parte de su contenido en formato podcast para facilitar que llegue a sus oyentes.
Entre tanta oferta y temática, los podcasts de contenido religioso han surgido como un excelente medio para formarnos, alimentar mente, alma y corazón y ayudarnos a reflexionar. La oferta es verdaderamente rica y variada. Nos encontramos con programas que se centran en facilitar la oración mediante meditaciones diarias de poca duración, otros que ofrecen charlas y conferencias de temas trascendentales o que abordan temas de actualidad desde una perspectiva católica, otros nos acercan vidas de santos o literatura católica, algunos son tan sencillos y frescos como una charla entre un grupo de amigos que se hacen preguntas respecto a temas profundos y discuten sobre ellos, y una gran variedad más que permite que, si queremos, organicemos nuestro propio itinerario formativo personal.
Como sucede en el caso del bueno de Pablo, el protagonista de nuestra historia, los podcasts son una buena manera de aprovechar los ratos ‘muertos’ que todos, queramos o no, tenemos a lo largo del día (trayectos en metro o en coche, labores domésticas rutinarias…) y, en el caso particular de los podcasts católicos, transformarlos en ratos ‘muy vivos’ que nos permitan acceder a contenidos que rozan lo sobrenatural, haciendo cosas tan naturales como pelar patatas o limpiar los cristales. El propio formato de este contenido se aleja de la mecánica de intentar atraparte o absorberte y favorece que continúes con tu actividad habitual, pudiendo incluso alejarte físicamente del dispositivo electrónico, permitiendo centrarte en escuchar y dejar descansar al resto de nuestros sentidos, habitualmente saturados. La mayor parte de las redes sociales y las plataformas de videos son expertas en ‘liarnos’ y poner a prueba nuestro autocontrol, haciéndonos correr el riesgo de perdernos entre las dunas de un gran desierto de contenido muchas veces vacío. No es raro que comiences buscando información de actualidad nacional y acabes viendo las últimas novedades en videos de gatitos, muy divertidos, pero poco enriquecedores.
Desde el equipo de Hagan Lío hemos querido añadir nuestro granito de arena a este mundillo tan útil del ‘podcasting’. Iniciamos hace ya dos años la labor de acercaros a casa testimonios y vidas de personas que dan mucha luz y, desde hace unos meses, estamos recuperando las entrevistas digitales que realizamos a personas tan interesantes como el obispo José Ignacio Munilla o el director de cine Juan Manuel Cotelo, además de muchos ‘influencers’ del mundillo católico y publicándolas en este cómodo formato, perfecto para aprovechar esos ratos perdidos del día, vivificándolos. Te invitamos a pasarte por nuestro perfil de la aplicación Ivoox, disponible para ordenadores y móviles, y escuchar alguno de ellos. Seguro que tienen mucho que decirte.
Pedro Dongo Flores (Instagram: @pedro.dongo.f)
Licenciado en medicina por la Facultad de Medicina de la Universidad de Albacete (España), especialista en pediatría. Colaborador del canal de Youtube «Hagan Lío»