Hay lugares del mundo en los que es difícil encontrarse con Cristo porque están llenos de drogas, prostitución y mucha gente vive en la calle. Noticias Caracol nos muestra uno de estos sitios, Medellín (Colombia)
Un sacerdote ha tenido una idea, recorrer sus calles con una capilla rodante a partir de un contenedor que lleva enganchado a su coche.
La capilla rueda hasta los inquilinatos donde hay personas desplazadas, indígenas que se encuentran en la calle, zonas de prostitución y jóvenes que están en las drogas.
“Nuestro trabajo es espiritual, pues es abrazarlos, aprendernos los nombres de ellos tratarlos como seres humanos, porque acá somos hermanos y nadie es más que nadie”, manifestó Juan Felipe Escobar, sacerdote líder de la iniciativa.
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