Empezar un nuevo curso e iniciar esta nueva andadura con Jesús que debe convertirse en el verdadero jefe de nuestras vidas.
Con Jesús aprenderemos hacer la voluntad del Padre: No he venido hacer mi voluntad sino la suya. Cumpliendo los designios de Dios -los sueños, no de los hombres sino los de Dios, verás cómo se hacen una realidad los tuyos también: que todos los hombres sepamos amar.
Por eso pedimos: Jesús quiero enamorarme más de ti; porque de ese modo entenderemos más a Dios, los sueños de Dios, ya que uno comprende en la medida que ama.