Una película que te hará llorar de risa, pero también de emoción.
Marco es el segundo entrenador de un equipo de baloncesto profesional, que un día pierde los nervios, y acaba despedido y condenado por conducir borracho a 3 meses de trabajos comunitarios. La condena consiste en entrenar a un equipo de chicos discapacitados, para los que el baloncesto es una forma más de normalizar su situación y divertirse, lo cual resultara realmente complicado para Marco, quien no tiene ninguna empatía y al que le sobran los prejuicios.
Se trata de una película con enorme sensibilidad a pesar del humor con el que se muestra la discapacidad, dándole la dignidad que merece y transmitiendo un profundo respeto, además de emoción.
Un detalle interesante de esta peli es que sus diez protagonistas, son actores con discapacidad intelectual y sin ninguna experiencia en el sector, y que según cuenta su director, fueron elegidos «sin representantes, agencias o escuelas de teatro de por medio. Buscando la verdad absoluta: una inmersión enorme en el mundo de las personas con discapacidad. Estos chicos tienen una mirada imposible de imitar por muy buen actor o actriz que seas, es una mirada de persona limpia, transparente y sincera».
Lo sabe bien el actor principal, Javier Gutiérrez, ganador de dos premios Goya al mejor actor y que interpreta a Marco. Él tiene un hijo con discapacidad, y conoce a la perfección este sector que el resto desconocemos tanto, que nos parece tan alejado, y que a veces, por pura ignorancia, excluimos de forma automática.
Siempre intento escribir estos posts de una forma lo más objetiva posible (si es que se puede), pero tengo que decir que esta película me ha tocado mucho la fibra sensible. No tenía ninguna intención de ir a verla, la verdad es que el tema no me llama en absoluto, y me imaginaba una especie de Forrest Gump a la española. Sin embargo, para mi sorpresa, he pasado un rato realmente genial en el cine. He llorado muchísimo de risa, y he llorado también muchos momentos de emoción.
Aún está en cartelera, así que, ¡corred a verla!