Paseando por Twitter, me he encontrado un «hilo» de mi amigo David Cerdá que no he podido evitar reproducir aquí, con su permiso, por supuesto. Gracias, David.
Para los no tuiteros: un «hilo» es una sucesión de tuits encadenados escritos por la misma persona para transmitir algo que no cabe en uno sólo.
HILO:
No hay en el mundo un poder más grande que el que te da servir a los demás. Fuerza, atractivo, riqueza, posición; todo eso puedes perderlo, quedando tu poder reducido a la nada, mientras que sirviendo expresas un poder soberano e invencible.
Hay una frase de Séneca que sintetiza este superpoder; cuando hace años quise crear un logo para mi proyecto como formador, me la quedé. Dice así: «Esto poseo: lo que di». Efectivamente: lo único que nadie puede arrebatarte, tu patrimonio inatacable, es lo que has dado.
En el trabajo no hay nada que llene más ni te haga más poderoso que dar servicio. Descorazonador que se viva como humillante. Servidor (valga la redundancia), 12 años como directivo, no hace otra cosa que servir. Y en cuanto al cliente, TODA tu ventaja competitiva está ahí.
Una prueba más de que lo anterior es cierto es esta: la persona más poderosa que jamás ha existido se llama Jesús de Nazaret. Y uno de los actos de poder más extraordinarios que ha existido fue Jesús lavando los pies a sus discípulos, manifestación de un poder abrumador.