Una película que nos hará conocer un poco más sobre la vida de San Pablo.
Situados en una Roma decidida a erradicar el cristianismo de la forma más virulenta, San Lucas es enviado por las comunidades cristianas con el fin de visitar, como amigo y médico, a San Pablo, que ha sido encarcelado en la celda más lúgubre de la ciudad, acusado de haber incendiado la Ciudad Eterna.
Allí conoce la extraordinaria labor de Aquila y Priscila, discípulos de San Pablo, un matrimonio que ha acogido en su casa a una enorme agrupación de cristianos que se esconden allí de las maldades del emperador Nerón, y con los que forman una enorme familia. También tendrá un especial papel en la vida del prefecto de la prisión en la que se encuentra San Pablo, y en la redacción de las últimas cartas de éste, dirigidas a la comunidad cristiana.
El film se centra en los últimos días de vida de San Pablo, haciendo mucho hincapié (para algunos hasta demasiado), en las circunstancias que rodearon estos últimos días, sobre todo en la persecución de los cristianos por el emperador Nerón. Un detalle que me pareció interesante, es que San Pablo aparece en la película como alguien con una calidad humana casi perfecta, y que vive sus últimos momentos atormentado por todos los cristianos que ha perseguido y a los que ha dado muerte. Todo ello me lleva a imaginar el brutal arrepentimiento que sintió en sus últimos días, y que debió ser muy real.
En definitiva, aunque creo que hubiera sido un poco más interesante conocer algo más a este santo, creo que es una película muy recomendable.