«Yo siempre recomiendo a los jóvenes que pasen un tiempo más o menos largos con los pobres. Pero con los pobres de verdad. Ellos nos enseñan mucho a escuchar a Dios»
Xiskya Valladares, «la monja tuitera» como muchos bromean, es religiosa de la Pureza de María, nicaragüense afincada en España desde hace más de veinte años y una más en Twitter, también, periodista, filóloga, profesora y fotógrafa. Su andadura en Twitter nació con la intención de conocer de cerca el epicentro del movimiento 15M, pero ahora cuenta con más de trece mil seguidores y es una de las impulsoras de #iMisión.
Buenos días, Xiskya. Una curiosidad, ¿cuál es su nombre de pila?
Todo el mundo cree que Xiskya es tan solo un nick, pero realmente ese es mi nombre de pila. Me bautizaron con el nombre de Xiskya Lucía, y estoy orgullosa de que mis padres me pusieran un nombre tan original porque en el mundo de Internet encuentro siempre libre todos los registros. Cuando era adolescente siempre bromeaba con que tenía que ser la primera santa con ese nombre. Ahora sé que esas son palabras mayores y que lo importante no es figurar en unos altares, sino vivir el Evangelio con sencillez y naturalidad.
Religiosa y tuitera, ¿cómo empezó su andadura por la red social Twitter? Cuéntenos algo bonito que le haya pasado estos años.
Dios me ha sorprendido tanto estos años a través de Twitter… Nunca pensé lo que me tenía preparado. Gracias a esta red social he conocido gente maravillosa y también personas a las que poder ayudar. Lo más impactante para mí han sido los diálogos con no creyentes. De alguna forma Dios me ha enviado con esa misión en Twitter. Al principio guardaba esos diálogos, ahora ya no. Pero recuerdo uno en el que alguien me decía que no creía en Dios ni en la Iglesia pero que empezaba a darse cuenta de que podía estar equivocado. También encuentro muchas personas que me piden que rece por ellas, yo lo hago en ese mismo momento y muchos vuelven después para contarme lo bien que les ha ido. Dios hace cosas grandes en quienes tienen fe y en Twitter esta dejando huellas imborrables.
Cuéntenos un poco de #iMisión, nosotros los jóvenes podemos hacer mucho, ¿no?
iMisión es un modo de evangelización en Internet principalmente a través del testimonio de vida, del modo de estar en la red. Tenemos un decálogo de lo que consideramos la iEvangelización. Algunas personas nos dicen que no evangelizamos porque no “predicamos” nada. Y es verdad. Nuestra principal misión no es a través de la palabra, sino a través de las relaciones con los demás en la misma red social. Intentamos reflejar a Jesús en nuestras actitudes, aunque eso es un don de Dios que nos va dando poco a poco también mediante la oración y la atención de nuestras vidas en el Evangelio.
Todos los jóvenes están invitados a iEvangelizar en la red. Nuestro mundo está sediento de Dios, aún cuando no lo sabe. Tiene sed de eternidad, de libertad, de ternura, de amor. El vacío de muchos corazones sólo se puede llenar con el amor de Dios, pero no se trata de palabras bonitas, se trata de vida y de testimonio. Cuando Dios nos toca realmente por dentro, nuestras vida cambian radicalmente. A ese cambio es imposible negarse.
“La fe ve en la medida que camina, en que se adentra en el espacio abierto por la palabra de Dios”, dice el papa Francisco en Lumen Fidei. ¿Cómo inició su camino?
Yo nunca imaginé el recorrido al que me iba a llevar este camino. Siempre pienso que Dios conoce bien nuestras debilidades y se las ingenia para conducirnos por donde Él quiere. Esto ha hecho conmigo. Ha sido un camino sorprendente porque Dios siempre sorprende. No exento de dificultades y de cruz. Pero eso es normal, no hay camino cristiano sin cruz. La cruz viene a veces por parte de los mismos hermanos que no entienden, que juzgan o que envidian. Otras veces viene por los que rechazan y combaten nuestra fe. Y otras, por mi propia debilidad. Lo grandioso es que en los planes de Dios, de la cruz siempre surge la resurrección.
Decía san Agustín: “El hombre es fiel creyendo en Dios, que promete. Dios es fiel dando al hombre lo que promete”. ¿Cómo se explica eso?
La promesa de Dios es la promesa que hizo a Abraham y que se cumplió en Jesucristo. Es la promesa de la buena noticia; que Dios nos ama. No somos indiferentes para Dios. Nuestros pequeños problemas y sufrimientos no son indiferentes para Dios. Dios siempre es fiel y cumple su Palabra. El ser humano necesita de Dios para ser fiel.
¿Por qué la Oración?
Porque sin oración todo es gloria humana y la gloria humana es vacía. Sólo somos enviados como iMisioneros cuando nuestros envío es de parte de Dios. Y éste es difícil que se dé cuando no hay oración. Todo lo que hacemos en su Nombre cobra un sentido y tiene una eficacia cuando es el Espíritu Santo quien actúa por medio de nosotros. Por eso necesitamos estar pegados a Él. De lo contrario actuamos en nombre propio y nuestra acción es estéril.
En su primera encíclica, Lumen Fidei, el Santo Padre nos dice que la fe está vinculada a la escucha. ¿Nosotros estamos sordos o Dios no habla hoy?
Dios siempre habla, pero a veces nos envuelve demasiado ruido, y no me refiero tanto al ruido exterior (que también existe), sino al ruido interior, el que nosotros mismos nos creamos. Necesitamos hacer silencio para poder escuchar a Dios. Necesitamos salir de nosotros mismos. Descentrarnos del nuestro Yo. Desacomodarnos y desaprender nuestro egoísmo y vanidad, nuestra comodidad y mezquindad. Yo siempre recomiendo a los jóvenes que pasen un tiempo más o menos largos con los pobres. Pero con los pobres de verdad. Ellos nos enseñan mucho a escuchar a Dios. Lejos de nuestras comodidades, desinstalados, es más fácil eliminar nuestros ruidos y nuestra sordera, y escuchar en el silencio a Jesús.
¿Por qué vale la pena entregar tu vida a los demás?
Porque sólo dando, se recibe. Sólo vaciándose, se llena. Sólo entregando, se gana. No es sólo un tema religioso, los psicólogos ateos llegan a la misma conclusión. De alguna manera Dios nos programó así. Hay más alegría en dar que en recibir. ¿No has visto la cara de una madre que se entrega a su hijo? El hijo es feliz, la madre es doblemente feliz.
Cuando yo doy, mi gozo es completo. Cuando recibo, mi alegría es pasajera.
Muchas veces nos creemos que la Iglesia la forman sacerdotes y monjas, cuando el realidad por el Sacramento del Bautismo los católicos llevamos impresa la vocación de llevar a Cristo a los demás. ¿Cómo nos lo explica?
Realmente la llamada a evangelizar es para todos. Jesús dijo: “Id y proclamad la buena noticia a todas as gentes. A los creyentes acompañarán estas señales: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes; si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán.” (Mc. 16,15-18). Pero muchas veces es más cómodo pensar que ese trabajo es sólo para curas y las monjas, que para eso se han consagrado a Dios. Pero realmente es una llamada para todos. Yo insisto en que necesitamos desinstalarnos, creer, tomar en serio el Evangelio. Nos va la vida en ello. Este mundo es demasiado pequeño para reducir nuestra vida a él. Hemos nacido para algo mucho más grande y nuestra alma lo anhela.
El Santo Padre nos insiste en la caridad, en amar más a los demás, ahora en tiempo de “vacaciones”, ¿qué granito de arena va a aportar usted al Granero?
Yo no tengo vacaciones este año. Estoy haciendo una misión muy especial. Mi familia me necesitaba y estoy con ellos. Pero además estoy trabajando en algo que contribuye al bien de la sociedad de mi ciudad natal. Es cierto que es temporal, pero también es cierto que me quedo sin vacaciones. Y sinceramente me siento feliz de poder aportar un granito de arena en la construcción del progreso de esta parcela del mundo. Todos podemos aportar algo. Siempre se puede. Pero necesitamos ser conscientes de ello. Dios tiene que tocar nuestros corazones para desinstalarnos y salir al encuentro de quienes nos necesitan.
¿Qué nos falta a los jóvenes para estar más cerca de Dios?
Creo que lo he dicho bastante: Salir al encuentro de los que nos necesitan, hacer silencio en nuestro interior, tocar el sufrimiento humano, empatizar con los más pobres, escuchar la Palabra del Señor, orar más…
Muchas gracias, Xiskya, por su tiempo. Una última cosa, @Católicos_es solo está empezando, pero tiene un enorme horizonte, ¿nos manda un mensaje de ánimo?
El horizonte no es el límite, sabemos que más allá de él sigue habiendo más… No dejéis de mirar siempre al infinito sin cansaros. Jesús dijo: “Hasta los confines de la tierra” pero también dijo: “Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos” y esas palabras deben animaros a continuar siempre hacia delante. Permaneced en Él, lo demás irá llegando según vuestras necesidades.