Me llamo Carmen, tengo 30 años y soy madre de dos niños, Carmen de 2 añitos y Juan de 9 meses.
Yo siempre he sido una persona creyente, desde muy pequeña mis hermanos y yo hemos vivido la fe en casa. He tenido algunas épocas en las que he estado más alejada del Señor, como en la adolescencia o juventud, y otras como ahora en la que lo siento más cerca.
Para mi Dios está en todas las pequeñas cosas, lo veo en mis hijos y en el milagro qué es la vida. En el momento que me enteré que estaba embarazada y llevaba un bebé dentro de mí, fui consciente del regalo tan grande que me había hecho Dios. Y nació Carmen en Mayo del 2020, plena pandemia, con lo que ello suponía y yo no podía ser más feliz.
Ser madre joven en un entorno donde tus amigos no lo son, hizo que nos tuviéramos que adaptar un poco a los planes, pero siempre intentábamos ir a todo lo que podíamos. Algo que teníamos claro también, era que nos gustaría dar a Carmen un hermano pronto. Los dos venimos de familias numerosas, en mi casa somos 5 hermanos y en la de mi marido son 8, y era algo que si Dios quería, nos hacía mucha ilusión. Y en Julio de 2021 nació Juan, un niño sano y buenísimo.
El día a día con dos niños tan pequeños no es sencillo pero intento dar lo mejor de mí y siempre doy gracias a Dios por la familia tan maravillosa que tengo.
Quiero que mis hijos vivan la fe como algo natural, con gestos sencillos en su día a día, teniendo presente al niño Jesús y la Virgen María, y acudiendo a misa los domingos con ellos.
Para mi Dios es fundamental en mi vida y en mi día a día, y me gustaría que para mis hijos también fuera así.
Ser madre me hace querer ser mejor persona, estar siempre dispuesta y para ello me apoyo siempre en Dios.
Carmen García-Faria Cano