Sasha era un niño ucraniano de cinco años, que, desapareció en un ataque ruso al barco en el que iba con su abuela. Ésta murió, pero al pequeño no lo encontraron. Como iba con un chaleco salvavidas, cabía la posibilidad que hubiera sobrevivido y alguien lo hubiera recogido.
Se difundieron carteles para localizarlo. Finalmente, ha sido hallado muerto con marcas de balas. Ha sido asesinado como tantos niños inocentes que son los que sufren de verdad la guerra.
«Agradezco a quienes ayudaron en la investigación -escribió su madre en una publicación en Instagram- Agradezco a todos por sus oraciones y fe, gracias por el apoyo. Sashenka, nuestro angelito ya está en el cielo. Hoy su alma ha encontrado la paz».
Fuente: Avvenire