Todo comienza en un día normal y corriente.
Un hombre sencillo que comienza su jornada muy temprano. A través de sus ojos vemos cada persona, cada mirada, cada sonrisa, cada desprecio.
En la vida de este hombre, el tiempo es importante…porque no existe.
Pero, ¿y si detrás de él hubiese algo más… o ALGUIEN MÁS?
Porque ya saben amigos, como se ha leído durante un tiempo en los muros de iglesias, al menos de España: la Iglesia que más ilumina es la que arde… pero DE AMOR.
Un corto de el Rosario de las 11 pm