Tenemos entre la manos un compendio medido, sencillo, completo y atractivo de la persona y figura de Cristo. Sin dar nada por conocido, el autor, parte del Antiguo Testamento para centrar y hacer inteligible, con una claridad meridana, a Cristo como Hijo de Dios, redentor del género humano.
En su recorrido por el Antigua Testamento va mostrando cómo Dios perdona una y otra vez al pueblo de Israel, que Ël ha elegido, prometiéndole un redentor, señalando los sucesivos pasos que da, fiel a su promesa, hasta enviar a su propio Hijo para llevar a cabo la salvación.
La figura de Cristo es completa y atractiva -«pasó haciendo el bien», «todo la ha hecho bien»-, cautiva a través de su Humanidad al hilo del relato evangélico, desde su Encarnación hasta su pasión, muerte y resurrección, ascensión a los cielos y culminando con Pentecostés.
Escrito con desenfado, desde un enfoque general, elevado, de la personalidad de Cristo como Dios y Hombre; con prosa ágil dando al contenido profundidad y solidez.
Lo recomendaría a toda persona con inquietudes por dar sentido a su vida desde una perspectiva alegre, positiva y sólida; y a aquellos deseosos de conocer más a fondo la verdad cristiana, guiados magistralmente por una mano firme y segura, experimentada en la enseñanza de la doctrina y en humanidad.
Reseña publicada en Club del lector