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El otro día escuché la frase: AMAR ES SUFRIR, yo me quedé pensativa y me dije que así es, el sufrir nos hace ser expertos en saber amar a los demás.

Pero al primero que debemos amar es a Dios, ya que si no le amamos a ÉL, no sabremos amar a nadie, pero también si amamos al Señor al que no vemos, como es posible que no amemos a nuestro prójimo que le tenemos al lado.

La palabra AMOR, es bella por todo lo que significa en nuestras vidas. Simplemente oírla pronunciar ya nos llena de ALEGRÍA Y PAZ el corazón.

El AMOR, es ese vínculo insondable que sentimos cuando estamos afligidos, esa palmada en la espalda que nos anima a seguir adelante.

También es la plenitud que nos inunda cuando ayudamos desinteresadamente, ya que el verdadero AMOR es la voluntad de darse uno mismo a otras personas, es la energía que nos mueve a perdonar, a recuperarlo y poder dar más.

Debemos saber darlo y regalarlo, ya que nosotros lo recibimos gratis como un don de Dios.

Tengamos siempre presente que debemos, AMARNOS UNOS A OTROS, COMO ÉL NOS AMA

UN ABRAZO A JÓVENES CATÓLICOS

MONTSERRAT RICOTE MARTIN